Bacco,Caravaggio Baco de Caravaggio, es un cuadro de una excelente calidad técnica realizado al óleo sobre lienzo. Caravaggio pintaría este cuadro poco después de unirse a su primer patrón, el cardenal Del Monte,Caravaggio. Al parecer el motivo de este encargo sería la boda de Cosme II, hijo de Fernando I de Médicis. El cardenal Del Monte se lo pediría aCaravaggio como regalo de boda. La pintura de Caravaggio representa a un joven dios del vino, Baco, con uvas y hojas de parra en el pelo. La imagen no responde a la manera tradicional de la representación de Baco, sino que en esta ocasión Caravaggio parece pintarse a sí mismo como si se hubiera disfrazado con los emblemas de Baco para expresar a través de esto su propia actitud. Con esta obra, el pintor italiano continúa su evolución hacía la naturalidad en sus obras. Con ello, pone de manifiesto su maestría a la hora de retratar la realidad mediante la captación espontánea de aquello que retrata. Baco ofrece una copa de vino con su mano izquierda a modo de invitación y con la derecha se sujeta el cordón de la toga que cubre parcialmente su cuerpo. Tanto las manos como las mejillas de Baco aparecen sonrojadas a diferencia del resto del cuerpo que presentan una total palidez, la enrojecida piel simbolizaría una ligera ebriedad. La copa de vino que Baco ofrece presenta una cierta inestabilidad e inseguridad, da la sensación de que nos va a volcar la copa encima. Este es otro elemento más que representa la espontaneidad reflejada en el movimiento de la superficie del líquido. A parte de la figura de Baco y la copa que sostiene en su mano, hay que destacar la magnífica representación del cesto de frutas maduras y la jarra redonda de vino tinto que vuelve a mostrar una vez más la habilidad del pintor italiano para describir los materiales y dar una clara sensación de realidad. Aunque la figura central del cuadro es el joven dios Baco, para los expertos la fruta y la jarra han relegado a Baco a un segundo plano. En el caso de la fruta, que la mayor parte de la misma no pueda comerse debido a su avanzado estado de maduración, simbolizaría la fugacidad de las cosas mundanas. Por su parte, en la jarra hay que destacar el hecho de que tras la limpieza que se hizo de esta pintura, apareció en el vidrio de la jarra un minúsculo retrato del artista pintando en su caballete. |
Raquel Montes 4ºA,I.E.S POIO
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